A veces esperamos fervientemente que se cumpla lo que tanto ansiamos se nos pasa el tiempo esperando y sin embargo, parece que la vida ha decidido lo contrario. Entonces, en el momento que esperábamos más, cuando sentíamos que tenemos todo previsto ocurre finalmente, de manera muy diferente a lo que queríamos, a menudo más allá de nuestras expectativas. Y entendemos entonces que este sueño podría no realizarse.
Se nos concede lo que realmente necesitamos sólo en el momento determinado por la propia vida y no según nuestras expectativas. Podemos afirmar nuestros sueños, los pasos que nos permitan avanzar hacia ellos, pero el ' Cuándo cómo y dónde "esto pertenecen a la vida misma.
La Vida trabaja a menudo de maneras misteriosa pero nunca de forma accidental. Lo consideramos como accidentes, retrasos, desvíos, sincronicidades, hasta que un día comprendemos que esto es exactamente cómo debe suceder. Y que si la vida hubiese escuchado nuestras quejas y nuestros gemidos, nos habríamos perdido de algo fundamental para nuestra evolución.
A veces la vida nos espera a estar maduro para cosechar lo que hemos sembrado; en otras ocasiones, fortalece nuestra paciencia, nuestra tolerancia, nuestra fe. Otras veces, nos preserva de lo que no es favorable, reservando algo mejor.
Cuando se mira objetivamente el camino que hemos recorrido, podemos ver que no pasó nada por nada y que todo está en su lugar en el momento adecuado, cuando estábamos preparados.
Con el tiempo, por fin entendemos que confiar en la vida, es la única opción real que tenemos.